miércoles, 30 de octubre de 2013

Analizando nuestro pueblos

No, no es ninguno de nuestros pueblos
Vamos a comenzar el análisis geográfico de nuestras localidades: su emplazamiento y su situación, las características de su plano y su trama urbana, los diferentes tipos de construcciones, sus barrios, las diferentes funciones urbanas o rurales que se desarrollan en ellas, etc.

Pero antes de adentrarnos en el presente de nuestro hábitat, puede ser útil lanzar una mirada hacia el pasado: ¿cómo eran nuestros pueblos hace siglo y medio? ¿Cuántos habitantes tenían? ¿A qué se dedicaban? ¿Tenían escuelas? ¿Y cárceles? ¿Cómo eran los caminos y carreteras que los comunicaban? ¿Cuáles eran villas y cuáles eran lugares?

La información que os transcribo procede de la gran obra dirigida y publicada entre 1845 y 1850 por Pascual Madoz, titulada Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, que se publicó en Madrid dividida en 16 volúmenes. Contenía toda la información que se poseía en aquellos años sobre todas y cada una de las poblaciones españolas. De todos modos no todos sus datos tienen la misma validez, especialmente los históricos.
Portada
Un poco anterior es el mapa del que he extraído este fragmento. Todavía se representa la vieja carretera directa entre Zaragoza y Épila, pero ya destaca la alternativa por La Muela que, al acortar las distancias, va a absorber todo el tráfico de viajeros y de mercancías en dirección a Madrid. Pero vamos a terminar la presentación, y vamos a pasar ya a la información que Madoz nos proporciona.

Mapa del Reino de Aragón. Año 1816
ÉPILA
Tomo VII, Madrid 1850, pág. 495


Villa con ayuntamiento de la provincia, audiencia territorial, capitanía general, y diócesis de Zaragoza (7 leguas), partido judicial y administración de rentas de La Almunia (3). Situada al pie de un monte en la ribera derecha del río Jalón, donde la combaten generalmente los vientos del norte; su clima es frío, siendo las enfermedades más comunes, catarros, fluxiones y calenturas inflamatorias.

Tiene sobre 500 casas, inclusas las del ayuntamiento y cárcel, un palacio de los condes de Aranda, señores de la villa, un cuartel de caballería maltratado, dos hospitales, uno para pobres del pueblo y otro de peregrinos, escuela de instrucción primaria a la que concurren sobre 206 niños, dotada con 4.000 reales, y otra de niñas con 160 de asistencia, y 1180 reales de dotación; iglesia parroquial (Santa María la Mayor) de construcción moderna, servida por un cura propio y capítulo de beneficiados; dos conventos de frailes suprimidos, y uno de religiosos franciscanos que existe; una ermita bajo la advocación de Santa María Magdalena a un cuarto de hora al norte del pueblo, la cual está cuidada por un ermitaño, sin que en su iglesia se celebren los oficios divinos, y un santuario dedicado a Nuestra Señora de Rodanas, distante 2 leguas al oeste en un pequeño valle circundado de montes de una elevación regular; le sirve un capellán que tiene su residencia en el mismo, el cual es generalmente un individuo del capítulo eclesiástico de la villa; en sui iglesia se celebra misa todos los días. El casco de la población estuvo cercado hasta el año 1790 de fuertes murallas, de las que todavía se conservan algunos vestigios, así como de un castillo de moros situado entre la villa y la ermita mencionada. En el camino del río hay un paseo con arbolado, y una fuente inmediata al pueblo, cuyas aguas aunque gruesas, son saludables.

El término confina por el norte con los de Lumpiaque y Rueda (tres cuartos de legua), al este con Zaragoza, La Muela y Muel (2 leguas), al sur con Alfamén, Berbedel y Lucena (media legua), y al oeste con Salillas, Mesonas (partido de Calatayud) y Tabuenca (partido de Borja, a dos leguas y media); hacia el suroeste se encuentra el caserío de Mareca con una iglesia bien tratada, que fue antes parroquia, y todavía conserva su pila bautismal; y en todo el radio muchos montes poblados de romeros, sabinas, esparto, tomillo y otras matas y plantas bajas.

El terreno es salobre en general, y de una calidad bastante regular para granos; parte de él se fertiliza con las aguas del Jalón, cuyo río va en este sitio de sur a norte, y para su paso hay un puente de dos arcos de buiena construcción.

Los caminos son transversales y su estado nada lisonjero; por el río pasa la carretera de Madrid y en ella se encuentran, pertenecientes a la jurisdicción de Épila, una casa de postas llamada de la Romera o Ramera; y la venta de San Pascual Bailón en el mismo camino, distantes entre sí como media legua, y ambas dos y media de la población. El correo de Madrid se recibe de la administración de Guadalajara, y las demás de Zaragoza en la casa de postas referida; llegan y salen tres veces a la semana.

Productos: trigo, cebada, centeno, lino, cáñamo, vino, poco aceite, ajos, frutas, legumbres y toda especie de hortalizas; sostiene sobre 21.214 cabezas de ganado lanar, número considerable con respecto a sus montes, caza de codornices en abundancia, y pesca de barbos y anguilas. Industria: la agrícola y un molino harinero.

Población: 501 vecinos, 2.424 almas; capital producido: 5.738.346 reales; imponible: 346.600; contribución: 78.889; el presupuesto municipal asciende a 20.844 reales, que se cubre con el fondo de propios y arbitrios y por reparto vecinal.

Historia: El nombre de esta población degenerado del griego Byspolis, como la llama Plinio (mal escrito ya Ispalis sinónimo del latino Secunda, como en el itinerario romano), manifiesta su grande antigüedad. Estuvo adscrita al convento jurídico Cesar Augustano, y servía de descanso en uno de los caminos militares que desde Mérida conducían a Zaragoza. Nada ofrece de particular en la historia bajo las dominaciones romana, goda y agarena. Fue unida a la corona de Aragón por la conquista del rey don Alfonso I, año de 1120. Desde entonces, con frecuencia aparece en nuestras crónicas, aunque como hecho notable, sólo parece deber citarse el ataque recibido en ella por el general Palafox en la noche del 23 de junio de 1808; tuvo que cejar a las tropas francesas que tenían sitiada a Zaragoza, y retirarse a Calatayud. El escudo de armas de Épila, partido en dos mitades, ostenta en la de la derecha las tres bandas plateadas de los Urreas, y en la de la izquierda una pila asida de dos leones, campos azules. Cuenta esta población entre sus hijos al famoso inquisidor Pedro Arbués, a don Jerónimo Giménez, de quien el doctor Juan Francisco Andrés, con su acostumbrada erudición escribió un elegante panegírico.

Nuestras localidades en la actualidad, con sus términos municipales
BARDALLUR
Tomo IV, Madrid 1846, pág. 21 s


Lugar con ayuntamiento de la provincia, audiencia territorial, capitanía general, y diócesis de Zaragoza (5 leguas), partido judicial y administración de rentas de La Almunia (5). Situado a la ribera derecha del río Jalón, en la falda de un monte, con buena ventilación y clima saludable; tiene 70 casas distribuidas en 7 calles y una plaza; una escuela de primeras letras dotada con 1.100 reales, a la que concurren 8 niños; y una iglesia parroquial bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles, servida por un cura y un sacristán; el curato es de primer ascenso, y se provee por medio de presentación particular. Además hay un oratorio con culto público, y el cementerio ocupa un paraje ventilado fuera de la población. En una de las calle de ésta, por la que cruza un barranco, brota una fuente de aguas minerales que contiene nitro y sal catárquica, habiendo demostrado la experiencia que de las mismas se ha hecho, que produce iguales efectos a los que se experimentan en los baños de Fuentes y Quinto. Por la parte del sur en las inmediaciones del pueblo, se ven los restos de un pequeño castillo, obra de los moros; y distante un cuarto de hora también en otro barranco, la ermita de San Bartolomé, parroquia del lugar de Turbena, que se hallaba situado en aquel punto; apenas se distinguen vestigios de que haya existido dicho pueblo, pero la ermita se conserva en buen estado.

Confina el término al norte con Pleitas (un cuarto de hora); al este con el monte de Zaragoza (1), al sur Urrea (media), y al oeste Plasencia (un cuarto). Dentro de su circunferencia se encuentra una dehesa o monte, propiedad del que fue señor del expresado lugar de Turbena, en la que hay una gran casa que habita el montero o guarda, y además otra dehesa, que pertenece a los propios de Bardallur. El terreno es regadío y de secano: el primero contiene tierras de primera, segunda y tercera clase, y las del segundo son muy flojas; aquellas reciben el beneficio del riego con las aguas de las acequias llamadas de la Hermandad y de Plasencia, que sirven también para mantener un molino de aceite. Como hemos dicho, corre por él, y a un medio cuarto de distancia del pueblo, el río Jalón; y aunque carece de bosques, varios particulares tienen sotos y prados con yerbas de pasto, que también abundan en el monte.

Caminos: conducen a Zaragoza, La Almunia y pueblos inmediatos. Son de carro y herradura, y se hayan en regular estado. Correos: se reciben los domingos, martes y jueves a las 2 de la tarde. Producciones: las principales son las de trigo, cebada, avena y lino, vino y aceite para el consumo de los vecinos, diferentes legumbres y hortalizas; cría de ganado lanar, alguna caza y pesca.

Población: 67 vecinos, 917 almas; capital producido: 906.340 reales; imponible: 53.800; contribución: 11.840 reales 2 maravedíes.


BERBEDEL
Tomo IV, Madrid 1846, pág. 235


Antes Berbel. Lugar con ayuntamiento de la provincia, audiencia territorial, capitanía general, y diócesis de Zaragoza (7 leguas), partido judicial y administración de rentas de La Almunia (2). Situado en llano en medio de la huerta con buena ventilación y clima templado y saludable, siendo las fiebres intermitentes las enfermedades que se padecen por lo común. Tiene 11 casas, una iglesia parroquial aneja de la del lugar de Salillas y una escuela de primeras letras dotada por el conde de Berbedel con 1.200 reales a la que asisten 3 ó 4 niños. El término confina con Lucena (medio cuarto de hora), Salillas (1), Épila (medio) y Calatorao (1). El terreno es llano y de muy buena calidad; comprende una dehesa de romeros y ginertras de una legua de circunferencia, y la baña el río Jalón de cuyas aguas se surten los vecinos para beber y demás usos domésticos. Caminos: cruza el término el que conduce de Navarra a Valencia que se halla en buen estado; los demás son locales. Correos: se reciben en la administración de La Almunia los martes, jueves y domingos por la mañana despachándose los mismos días por la tarde. Productos: trigo, cebada, vino e hilarza, y cría pesca de anguilas y barbos. Comercio: la exportación de trigo y cebada e importación de los artículos que hacen falta en el pueblo. Población: 12 vecinos, 57 almas. Contribución: 3.908 reales con 12 maravedíes.


LA MUELA
Tomo X, Madrid 1847, pág. 57


Lugar con ayuntamiento de la provincia, audiencia territorial y diócesis de Zaragoza (4 leguas), capitanía general de Aragón, partido judicial de La Almunia (5). Situado en un llano que hay en la cima de la sierra de su nombre; le combaten los vientos del norte, y su clima es saludable. Tiene 130 casas, inclusa la del ayuntamiento y cárcel; escuela de niños a la que concurren 60, dotada con 1.676 reales; otra de niñas con 30 de asistencia y 752 reales de dotación. Iglesia parroquial (San Clemente) de segundo ascenso, servida por un cura de provisión real o del ordinario según el mes de la vacante, y un capellán; y una ermita dedicada a San Antonio, de mucha devoción, situada cerca de la población. Confina el término por el norte con el de Pinseque; al este Zaragoza y María; al sur Mozota y Muel; y al oeste Épila y Urrea de Jalón. En su radio se encuentra una venta llamada de Mozota. El terreno es secano, pero fértil, y produce trigo, cebada, centeno, avena, vino y miel; mantiene ganado lanar, y hay caza de conejos, liebres y perdices. Pasa por el pueblo la carretera de Madrid a Zaragoza, de cuya ciudad recibe el correo todos los días. Población: 86 vecinos, 411 almas. Capital producido: 1.416.321 reales. Imponible: 84.800. Contribución: 17.929.


LUCENA DE JALÓN
Tomo X, Madrid 1847, pág. 417 s


Lugar con ayuntamiento en la provincia, audiencia territorial y diócesis de Zaragoza (8 leguas), capitanía general de Aragón, partido judicial de La Almunia (2). Situado sobre una pequeña colina en la ribera derecha del río Jalón; le baten todos los vientos, y su clima es templado y saludable, siendo las enfermedades más comunes calenturas inflamatorias e intermitentes. Tiene 50 casas inclusa la del ayuntamiento; escuela de niños retribuida por los mismos; iglesia parroquial (San Antonio de Padua), de entrada, servida por un cura de patronato del señor duque de Híjar por el condado de Aranda, y un cementerio fuera del pueblo, a la distancia de un cuarto de legua al sureste. Confina el término por el norte con el de Berbedel; al este La Muela, al sur Calatorao, y al oeste Salillas. Su extensión será de de un cuarto de legua de norte a sur, y media de este a oeste. En su radio se encuentra una dehesa propia del conde de Aranda, y por su parte occidental corre el río Jalón, donde no hay puente de ninguna clase, aunque se pasa a vado. El terreno es de buena calidad y produce trigo, cebada, lino, cálamo, ajos, patatas, legumbres y hortalizas; hay caza de liebres y conejos. Los caminos conducen a Épila, La Muela, Calatorao y Salillas, y su estado es regular. El correo se recibe de La Almunia tres veces a la semana. Industria: la agrícola. Población: 48 vecinos, 201 almas. Capital producido: 120.032 reales. Imponible: 7.500. Contribución: 2.964.

Algunos de nuestros pueblo (¿cuáles faltan?) en dos mapas de 1926 y 1928
LUMPIAQUE
Tomo X, Madrid 1847, pág. 468

Lugar con ayuntamiento en la provincia, audiencia territorial y diócesis de Zaragoza (7 leguas), capitanía general de Aragón, partido judicial de La Almunia (4). Situado en terreno llano, sobre la ribera izquierda del río Jalón. Se halla bien ventilado, y su clima es benigno y sano. Tiene 125 casas, inclusa la del ayuntamiento y cárcel; escuela de niños a la que concurren 60, dotada con 3.000 reales pagados de los fondos comunes, una particular de niñas concurrida por 16; iglesia parroquial (San Francisco de Asís), de primer ascenso, servida por un cura del patronato del señor conde de Aranda, duque de Híjar, y un capellán temporal que presenta el ayuntamiento; una ermita dedicada a Santa Bárbara a 500 pasos del pueblo en una corta eminencia, y un cementerio que no perjudica. Los vecinos se surten de las corrientes del Jalón, que son algo gruesas. Confina el término por el norte con el de Plasencia; al este Urrea, al sur Épila, y al oeste Tabuenca (partido de Borja); se extiende sobre una legua de norte a sur, y 3 de este a oeste. En su radio a distancia de una legua se encuentra un olivar y casa del señor conde de Aranda, y a un cuarto de hora del mismo una fuente con su balsa circundada de arbolado; los montes son comunes con Rueda, en los que se crían romeros, aliagas y esparto. El terreno es de buena calidad y se fertiliza con las aguas del río Jalón, que pasa por sus inmediaciones orientales. Los caminos son locales y regulares, con dos ventas. El correo se recibe de Épila por valijero tres veces a la semana. Producciones: trigo, cebada, vino, poco aceite, lino, judías, patatas, ajos, legumbres y verduras; mantiene ganado lanar y hay caza de liebres, conejos y perdices. Industria: la agrícola, dos molinos harineros, una alfarería y dos tiendas de ultramarinos. Población: 106 vecinos, 503 almas. Capital productivo: 816.326 reales. Imponible: 51.800. Contribución: 12.254.


PLASENCIA DE JALÓN
Tomo XIII, Madrid 1849, pág. 85


Villa con ayuntamiento de la provincia, audiencia territorial y diócesis de Zaragoza (6 leguas), capitanía general de Aragón, partido judicial de La Almunia (4). Situado en terreno llano, en la ribera del río Jalón; le baten los vientos del norte y del sur; su clima es templado y afecto a las gastritis y enfermedades de pecho. Tiene 200 casas, la del ayuntamiento y cárcel; el palacio del señor del pueblo, conde de Plasencia; escuela de niños a la que concurren 30, dotada con 1.100 reales; otra de niñas asistida por 20, de cuyas retribuciones se satisface; iglesia parroquial (San Juan Evangelista) de entrada, servida por un cura de provisión del señor conde, y un cementerio situado al este de la villa. Confina el término por el norte con Pedrola; al este, Bardallur; al sur, Urrea, y al oeste Lumpiaque; su extensión es de una legua en todas las direcciones; en su radio comprende un torreón antiguo llamado Caulor, un monte denominado el Semblo, que cría algún romero y tomillos con canteras de yeso, y una dehesa llamada el Espartal, de una legua de extensión. El terreno es de buena calidad y de regadío, que fertiliza el río Jalón, de cuyas aguas se surten también los vecinos para sus usos, y sobre el que tienen un puente para pasar al monte. Los caminos son locales, siendo el principal el de Valencia a Pamplona que pasa por la venta de Plasencia, en buen estado. El correo se recibe de Épila, por valijero, tres veces a la semana. Producciones: trigo, lino y aceite; mantiene escaso ganado lanar; hay caza de perdices y otras aves de paso, y alguna pesca de barbos en el río. Industria: La agrícola, un molino harinero y otro de aceite. Comercio: se extrae alguna porción de lino y trigo, y hay una tienda de géneros. Población: 109 vecinos, 517 almas. Capital productivo: 1.088.632 reales. Imponible: 71.600. Contribución: 15.214. Al señor de Plasencia pertenecen también Bardallu y Ceila, que todos pagaban antes el cuarto de sus frutos. Pero hoy Plasencia y Bardallur satisfacen solamente 140 cahices de trigo, libres de toda carga.


RUEDA DE JALÓN
Tomo XIII, Madrid 1849, pág. 591

Villa con ayuntamiento en la provincia, audiencia territorial y diócesis de Zaragoza (6 leguas), capitanía general de Aragón, partido judicial de La Almunia (4). Situado en la ribera derecha del río Jalón, goza de buena ventilación y su clima es saludable. Tiene sobre 90 casas de media fábrica; escuela de niños bien concurrida; iglesia parroquial (Santa Ana), de primer ascenso, servida por un cura de provisión real o del ordinario según el mes de la vacante; un oratorio de las Masías del Sotillo, y un cementerio capaz y ventilado. Confina el término por el norte con el de Plasencia de Jalón; al este Urrea; al sur Lumpiaque, y al oeste otra vez el de Plasencia. El terreno es bastante llano y de buena calidad, parte del cual se fertiliza con las aguas del río Jalón que corre hacia el norte en busca del Ebro. Los caminos son transversales y en estado nada lisonjero. El correo se recibe tres veces a la semana. Producciones: granos, aceite, vinos, legumbres, frutas y algunas verduras; mantiene ganado lanar y hay caza de conejos, liebres y perdices. Industria: la agrícola y un molino de aceite. Población: 87 vecinos, 414 almas. Capital productivo: 1.418.326 reales. Imponible: 84.600. Contribución: 17.945.

Historia. Esta villa fue ciudad muy importante con el nombre de Ruta o Rota por el tiempo de los reyes musulmanes de Zaragoza, quienes se retiraban a ella cuando los alborotos y guerras civiles les obligaban a dejar su corte, y apoyarse en un punto de mayor defensa. Fue señor de ella Giafer-Amad-Sayfeldanlah, hijo de Abd-el-Melek rey de Zaragoza. Se equivocó el respetable Mariana, suponiendo que el mencionado Giafar, a quien llama Zafadola fue «señor de Rota, pueblo asentado en la boca del río Guadalquivir»; Giafar o Ben Falasch, como también dicen otros, aparentó deseos de entregar la ciudad de Rota a los cristianos en 1084, y con sus tratos atrajo a ella, no al mismo Alfonso como pretendía, pero sí muchos gallardos caballeros, entre los que se contaban los infantes don Sancho y don Ramiro Garcés, hijos del rey de Navarra, el conde Nuño Álvarez de Lara, el conde González Salvadores, apellidado cuatro manos, y otros muchos, todos los que fueron alevosamente muertos en el momento de abrirles las puertas para la simulada entrega. Fue muy sentido este desastre. Abd-el-Melek puso últimamente su corte en ella, y por fin la entregó a don Alfonso el Batallador, poco después que lo hizo de Zaragoza.


SALILLAS DE JALÓN
Tomo XIII, Madrid 1849, pág. 697


Lugar con ayuntamiento en la provincia, audiencia territorial y diócesis de Zaragoza (7 leguas), partido judicial de La Almunia (1,5). Situada en terreno llano, a un cuarto de hora a la izquierda del río Jalón; le baten con frecuencia los vientos del norte; su clima es templado y afecto a tercianas. Tiene 90 casas; la del ayuntamiento y cárcel; escuela de niños a la que concurren 17, dotada con 1.100 reales; iglesia parroquial (San Martín obispo) que tiene por anejo a Berbedel, de segundo ascenso, servida por un cura de provisión real o del ordinario, según el mes de la vacante, y un capellán, y un cementerio a 500 pasos al este de la población. Los vecinos se surten de una fuente de buena calidad. Confina el término por el norte con el de Épila; al este con el mismo Berbedel y Lucena; al sur, éste y Calatorao, y al oeste Ricla y Épila; su extensión es de medio cuarto de legua en todas direcciones, y sólo contiene un pequeño prado de poco provecho. El terreno es llano, de buena calidad, bañado por el río Jalón. Los caminos son locales, en regular estado. El correo se recibe de Épila por valijero diariamente. Producciones: trigo, cebada, maíz, batatas y lino; mantiene ganado caballar para la labranza. Industria: la agrícola y un molino harinero. Población, 79 vecinos, 443 almas, capital producido: 726.432 reales. Imponible: 45.400; contribución, 10.230.


URREA DE JALÓN
Tomo XV, Madrid 1849, pág. 233


Villa con ayuntamiento en la provincia, audiencia territorial y diócesis de Zaragoza (5 leguas), capitanía general de Aragón, partido judicial de La Almunia (5). Situada a la derecha del río Jalón; la baten los vientos del norte; su clima es templado y sano. Tiene 90 casas, inclusas las del ayuntamiento y cárcel; escuela de niños a la que concurren 24; iglesia parroquial (San Salvador), de entrada, servida por un cura de provisión real o del ordinario según el mes de la vacante, y una ermita dedicada a San Sebastián, situada en el monte, distante medio cuarto de legua al sur de la villa. Confina el término por el norte con Plasencia; al este con Bardallur; al sur La Muela, y al oeste con Lumpiaque. En su radio comprende una quinta llamada La Manga y algunos montes despoblados. El terreno es regadío de buena calidad, regado por las aguas del río Jalón. Los caminos son locales y en mediano estado. El correo se recibe de Épila por valijero tres veces a la semana. Producción: trigo, cebada, lino, cáñamo, frutas y hortalizas; hay caza de toda clase y pesca de barbos, truchas y madrillas. Industria, la agrícola. Población: 103 vecinos, 490 almas. Capital producido: 932.080 reales. Imponible: 55.400. Contribución: 13.430.

Algunos de nuestros pueblos en dos mapas de 2005 y 2011

domingo, 20 de octubre de 2013

Las ciudades

Shanghai
En los últimos miles de años, como hemos estudiado en el tema anterior, los seres humanos hemos ocupado y modificado gran parte de la superficie terrestre. Estas actividades (con sus aspectos positivos y negativos) las desarrollamos desde nuestros asentamientos, los lugares en los que residimos, nuestro hábitat. Son de muchos tipos diferentes, pero en el último siglo se ha generalizado el modelo urbano: hoy más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y las formas de de vida rurales son cada vez más similares a las urbanas.

En este nuevo tema vamos a trabajar estas cuestiones. Las estudiaremos en teoría, pero también en la práctica, analizando la localidad en la que vivimos.

Junto con los Apuntes, necesitaremos utilizar desde el primer día el Libro Digital, que puedes descargar aquí.

Deberás buscar un buen plano de tu localidad. Puedes utilizar Google Maps, pero también te serán útiles estos dos mapas topográficos a escala 1:50.000 de Épila, La Muela y municipios de su entorno (incluyendo Zaragoza) que puedes descargarte aquí:



Asentamiento cerca de Spiti, Himachal Pradesh, India.